En la RPDC los trabajadores gozan de una vida independiente y creadora como dueños del Estado y la sociedad.
Todos con el derecho a elegir y ser elegidos participan en las actividades políticas con la conciencia de ser dueños del Estado y tienen empleos estables según sus deseos y talentos.
En todos rincones del país se pueden ver trabajadores llenos de alegría y orgullo por la vida laboral creadora.
Se les asegura óptimas condiciones y ambiente de trabajo y se les proporciona invariablemente los beneficios sociales como el sistema de derecho a casas de convalecencia y de reposo y el de vacaciones pagadas a expensas del Estado.
En nuestro país las masas trabajadores siguen siendo creadoras y beneficiarios de la noble cultura socialista.
Hoy en día, ellas dedican su ardiente patriotismo y pasión en la gloriosa lucha para la construcción de una potencia socialista bajo la dirección del Partido del Trabajo de Corea.